sábado, 19 de marzo de 2016

El síndrome de NO querer crecer

Madurar, hay que madurar.
Dejar ir, aprender a avanzar.
Aunque a veces cuesta más,
llegar vamos a llegar.

Mantenerse firme, sin dejarse caer 
todo no siempre puede salir bien
¿Quién dijo que no esta permitido perder?
Eso también es parte de crecer.

Paso a paso vamos tomando confianza
lo último que se pierde siempre es la esperanza.
Por eso hoy te pido que no sueltes,
no te achiques aunque cueste,
 que yo sé que vos sos fuerte.

Marzo, 2016.


domingo, 13 de marzo de 2016

Valentina

Cuando tenía 12 años planté un árbol. Como no soy fanática de las plantas, no me voy a olvidar más ese día. Puse la semilla en la parte más fértil de todo el jardín con la esperanza de que crezca y algún 
día se convierta en un gran árbol, fuerte y resistente.

Con el paso del tiempo,  gracias a mucho cuidado y dedicación, la planta creció y se puso cada vez más alta y fuerte. Sus raíces eran gordas, las hojas cada vez más verdes y enormes. Era el árbol más lindo de todo el jardín. Todos los días lo regaba, me preocupaba porque tuviera sol y que nadie lo toque. Tengo que confesar que muchas veces dejé de prestarle atención al resto de mis plantas por ese árbol. Nada grave, muchas veces pasa, pero tuve algunos reclamos…

Pasaron los años y la planta no dejaba de crecer. Cada vez más linda y cuidada. Se bancó todo los climas: el calor del verano, las heladas del invierno, las lluvias del otoño y la humedad de la primavera. Pero nuestra complicidad seguía intacta. No había un día que yo me olvide de ella y a su vez, ella siempre me contestaba con su belleza y firmeza de siempre. Esa era su característica más notable: a pesar de todo lo que pudiera pasar por el jardín (mal tiempo, pelotas de futbol, niños pisándola, etc), ella seguía firme a la tierra como si nada hubiera pasado.

Hace una semana, hubo una gran tormenta. De esas que dan miedo, con rayos y truenos. Por primera vez, las raíces de mi árbol comenzaron a tambalear, algunas ramas volaron por el aire y muchas hojas cayeron. Y yo no hice nada. Me quede sentada, mirando como uno de los árboles más importantes de mi jardín se destruía de a poco. Había pasado una semana y solo porque soy muy orgullosa no salí al jardín ni una vez, confiándome en que se recuperaría solo. Pensaba que no merecía mi ayuda, que debía arreglársela solo. Me equivoque. Después de unos días, me di cuenta lo mal que estaba y que si no salía al jardín a ayudarlo podía marchitarse.


En ese momento me di cuenta la importancia de ese árbol, de MÍ árbol. El jardín no sería lo mismo sin él. Faltaría algo. Me aterra pensar que ese lugar quedaría vacío. Por eso, me puse los mejores guantes, compre la mejor tierra y salí con la mejor regadera a arreglar lo que había pasado. Nunca más voy a dejar que algo o alguien arruine lo que tanto trabajo me costó construir. Va, no a mí sola. Fue un trabajo de los dos. Prometo que desde hoy no voy a descuidar a ninguna de todas las plantas de mi jardín, porque aunque sean pocas todas son importantes. Hoy, arrepentida de no haber hecho nada para que esa tormenta arruine mi árbol, aprendí el lugar que ocupa. Perdón por descuidarte, no voy a volver a correr el riesgo de perderte.  

Marzo, 2016.

miércoles, 9 de marzo de 2016

La excepción que modifique la regla

Hay cosas que no tienen que pasar. Pero pasan.

No tenes que criticar al novio de tu amiga. No tenes que pegarle a tu hermano. No tenes que irte a dormir sin bañarte. No tenes que chamuyarte a otra mina estando de novio. No tenes que decir que estas llegando si ni siquiera saliste. No tenes que ir a rendir sin estudiar. No tenes que salir con fiebre. NO TE TENES QUE ENAMORAR DE TU MEJOR AMIGA/O.

AMI gos. AMI stad. AM or. En AMOR arse. NO. NO. NO. Una cosa no lleva a la otra en estos temas. Sos mi amigo; no puedo imaginarme una salida romántica con vos, que me regales flores o me lleves a comer por San Valentín. ¿Por qué arruinar la relación? Si todos sabemos que de la amistad al amor hay un solo paso pero del amor a la amistad no hay camino que te traiga de vuelta. 

Me resisto a pensar en que no existe la amistad entre el hombre y la mujer. Soy de esas ingenuas que cree que se puede tener un amigo sin que te mire el culo o quiera “algo más”. ¡Esta bueno un hombre para calmar tanta histeria femenina a veces!  Confío en vos, te cuento mis problemas y alegrías, hacemos cosas juntos. ¡No lo arruines por favor! Comprobemos que si existe la amistad entre el hombre y la mujer. Seamos la excepción que modifique  la regla. 

Marzo, 2016.

martes, 8 de marzo de 2016

BIENvenido amor

Me quedo sentada. Disfruto de ver como el viento te corre por la cara. Te mueve lentamente el pelo que te cae sobre la frente. Te reís. Hay pocas cosas en el mundo que me gusten tanto como verte reír. Esos hoyuelos que se forman al final de tu sonrisa y los ojos achinados. No te conozco, no sé cómo sos pero siento que me perteneces. Algo me dice que ya nos conocíamos. Capaz te estaba esperando. Capaz me estabas esperando. Capaz el destino decidió que nos crucemos ahora, ahí, de esa manera: vos sentado en un banco, yo sentada en el pasto.

No sé qué va a pasar entre nosotros, solo sé tu nombre y con eso me alcanza. Ojalá pueda conocerte más, ojalá me dejes. Mientras tanto navego en ese mundo perfecto al que me llevas cuando te reís. Deseo que esos segundos no se terminen nunca y que esas cosquillas en la panza no desaparezcan cada vez que te veo llegar.

Te vas y yo me quedo unos minutos más en ese paraíso que dejo tu presencia. Quiero saber todo de vos. Y si vos hoy me preguntas que carajo es el amor, la respuesta no la sé. Pero todo esto no es casual ni pasa todos los días. Bienvenido amor, ¿sos vos? Por favor no me decepciones otra vez. Bienvenido amor, si esta vez sos vos pasa, la puerta está abierta.

Octubre, 2015.